domingo, 31 de marzo de 2013


Como algunas enfermedades se transmiten por el contacto de una persona sana con el semen, sangre o fluidos corporales de una persona infectada (incluye relaciones sexuales).
Las precauciones que se deben tener son muy sencillas y nos ayudan a reducir las posibilidades de ser infectados de enfermedades como la Hepatitis B. C., alguna enfermedad venérea ó el VIH.
Debemos tener claridad en que son los fluidos corporales: son todas aquellas secreciones o líquidos biológicos, fisiológicos o patológicos que se producen en el organismo.
Cuales son:
  1. ·         Sangre
  2. ·         Semen
  3. ·         Secreciones vaginales
  4. ·         Leche Materna
  5. ·         Líquido de cavidades cerradas
  6. ·         Líquido Cefalorraquídeo
  7. ·         Líquido Pleural
  8. ·         Líquido sinovial
  9. ·         Todos los fluidos que tengan sangre visible.

En ese caso podemos:
  •     Donar sangre (puede estar disponible para nosotros mismos).
  •    Evitar que fluidos corporales de otras personas, hagan contacto con la nariz, los ojos, cerca de los genitales o de cualquier herida abierta que tenga en la piel.
  •     Exija instrumentos totalmente esterilizados cuando ponga en práctica alguna actividad que pueda producir una hemorragia (como manicure o pedicure).
  •   Practicar el sexo seguro, utilizar un condón por cada relación sexual que incluya penetración, evitar la promiscuidad
  •     No compartir utensilios o instrumentos de uso personal, que puedan llegar a tener sangre de otra persona.
  •     No compartir agujas y/o jeringas.
  •     No dar de mamar al bebé 
  •       Estar al día en las vacunas, si se cree que puede estar en riesgo de estar en contacto con estos virus.
  •    Utilizar gafas o mascarillas 
      Cada quien es responsable de sí mismo y de autocuidarse, el valor que tiene cada uno de sí mismo es de vital importancia, ya que no podemos exponer nuestro cuerpo como si fuera un mueble más, desafortunadamente la moral y la ética han venido de más a menos, pues se le ha venido dando mayor importancia al lucro sin importar cómo, ni de donde venga, al punto que el riesgo ya no se encuentra en situaciones laborales o médicas sino que también hemos entregando nuestro poder de decisión a un placer momentáneo que nos nos permite ver la realidad de los riesgos en los que estamos incurriendo, ya que en algún momento de nuestras vidas fuimos anulados de alguna manera y no hicimos nada para corregir esa situación.